lunes, 22 de agosto de 2016

Tips para el lunch de tus hijos en el regreso a clases

Llegó la hora de enviar a los pequeños de vuelta a la escuela, y como cada inicio de ciclo escolar, para los niños representa la emoción de reencontrarse con sus compañeros y compartir con ellos momentos divertidos, sobre todo a la hora del receso.

Para las mamás y papás, es importante que en la escuela nuestros hijos continúen con la buena alimentación que les damos en casa, por eso, te compartiré estos útiles tips para el lunch de tus hijos:
Hidrátalos
Es importante que tus hijos tomen al menos medio litro de agua al día para que estén concentrados en la clase, si a tus pequeños les cuesta trabajo, puedes prepararles bebidas con frutas naturales y sin azúcar.
Dieta balanceada
Incluye en el lunch de tus pequeños equivalentes a proteínas, frutas o cereales y verduras, aunque puede parecer mucho es todo lo que necesitan para mantenerse sanos, además, existen envases plásticos con divisiones que pueden ayudarte a servirles las porciones adecuadas.
Colaciones nutritivas
Las semillas y los frutos secos son el complemento ideal en la dieta de tus hijos, son prácticos de transportar, les aporta vitaminas, minerales, grasas buenas y mantienen su metabolismo activo, sin duda una gran opción para el refrigerio de los pequeños.
La hora del sándwich
Aunque éste es un clásico en el lunch de los niños, puedes hacerlo aún más sano si utilizas pan integral, que es una gran fuente de energía, también procura usar embutidos de buena calidad para garantizar sus nutrientes.
Variedad en los platillos
Para que los niños no se aburran, puedes enviarles distintos refrigerios sin sacrificar los nutrientes, por ejemplo, puedes prepararles un hot dog y añadirle jitomate picado, así tus pequeños consumen una porción de proteína, cereal y verdura.

Estos cinco tips lograrán que tus hijos regresen a clases con más energía y harán de la hora del receso un momento más saludable y divertido. 

martes, 2 de agosto de 2016

Prebióticos y probióticos, descubre sus diferencias

Nos venden tal cantidad de productos supuestamente enriquecidos con prebióticos y probióticos que al final ya no sabemos exactamente de qué estamos hablando y si hay realmente alguna diferencia entre unos y otros. Incluso puede entrarnos la duda de si realmente son productos beneficiosos para el organismo o si por el contrario solo es una manera más de vendernos cosas.
Para empezar, hay que recordar que en el intestino del ser humano viven una gran cantidad de bacterias y de microorganismos que se encargan de ayudarnos a la digestión de los alimentos. Estos organismos son los que descomponen los diferentes nutrientes para separar aquello que el cuerpo puede aprovechar y que acaba absorbiendo, de lo que no sirve o no podemos digerir, que es eliminado.
Estos microorganismos son muy sensibles y en algunas ocasiones, debido a la ingesta de antibióticos o de otros medicamentos o a una dieta poco equilibrada, entre otras cosas, pueden llegar a mermarse. Al suceder esto, la digestión no se realiza del modo correcto y podemos o bien estar perdiendo nutrientes o bien tener problemas digestivos.
Para reponer estos microorganismos podemos hacerlo ingiriéndolos directamente. Son los conocidos probióticos, microorganismos vivos y que se han demostrado beneficiosos para el ser humano. Esto es totalmente necesario para que un producto pueda comercializarse como probiótico o que contiene probióticos.
Los probióticos se pueden consumir directamente, en formato de cápsulas, por ejemplo, ayudando así a repoblar el intestino y a reparar su flora. El chucrut, el chocolate negro o el kéfir son probióticos naturales. También se pueden consumir alimentos a los que se han añadido probióticos de manera artificial.
Si lo que se desea es cuidar la flora intestinal contribuyendo a que las bacterias beneficiosas no se pierda y que además aumente su número, entonces lo que debemos de tomar son prebióticos, unos hidratos de carbono que el cuerpo humano no puede digerir pero que sirven de alimento a estos microorganismos benéficos.
En resumen, podríamos decir que si se tiene un problema de flora intestinal, lo primero que hay que tomar son los probióticos y una vez que se han recuperado estos microorganismos se pueden tomar periódicamente prebióticos para asegurarnos de todo está correctamente y garantizar una correcta salud intestinal.

Los prebióticos también se pueden consumir de manera natural, el salvado de trigo, la alcachofa, el puerro o el plátano son prebióticos naturales, o se pueden tomar alimentos enriquecidos con los mismos.